El ingeniero holandés Jan Abel Adriaan Waldorp fue el ganador de la concesión en 1892, pero fallece en París poco tiempo después. A partir del 5 de marzo del año 1893 su hijo Juan Waldorp firma un contrato para explotarlo comercialmente durante 15 años pagando, por el arrendamiento del terreno estatal que ocupaba, unos 6.000 pesos por los primeros cinco años y 8.000 por los diez restantes, abonando también impuestos municipales por kioscos, teatros y demás instalaciones allí existentes.
CEDIAP